me gusta cuando el cielo esta así, con las nubes allá bien alto, como detenidas, como si con ello pudieran detener el tiempo. dijo ella.
no puedo terminar una relación sin antes haber escrito un buen poema. dijo él.
estoy saliendo con alguien más, le dijo ella y se llevo la cuchara a la boca para probar la salsa. deben estar los fideos, le dijo él y con el repasador en las manos agarró la olla y vació su contenido sobre el colador, el vapor del agua hirviendo empañó el vidrio de la ventana, él cualquier otra noche sonreiría y le diría otra vez acerca de cuanto le gustaba vaciar la olla hirviendo sobre el colador. cualquier otra noche.
no se volvió a hablar del tema. él eligió la música y luego sirvió un poco de vino para los dos antes de sentarse. desde hace cuanto tiempo?, pensó él pero prefirió no preguntarle. nos vimos dos o tres veces, pensó ella que le contestaría en caso de que él le llegará a preguntar. por qué me lo dice ahora, se preguntó él pero a eso ella no sabría contestar. ella tan solo había encontrado ese ansiado equilibrio estando con ambos y ya no podía soportarlo, ese equilibrio la estaba ahogando.
no se tocó el tema esa noche, tampoco al otro día ni a la siguiente noche... como si esas palabras se hubieran ido con el vapor del agua y sin embargo, él sabía que debía escribir ese poema para poder liberarlos. a ella, a él y a aquellas nubes que aun permanecen detenidas en el tiempo a la espera de un buen poema.
16.10.10
cómo es verte sonreír?
es como yo lo recuerdo? y por qué yo no puedo dejar de preguntármelo?
es que a veces despierto y ahí estás sonriendo, el sol entra por la ventana y te da en los ojos. graciosamente los cerras y ahí sigue tu sonrisa. y pasó tanto tiempo desde esa vez.
esa vez me dijiste que una letra de una canción solo se puede escribir escuchando obsesivamente otra.
y yo no escribo canciones, tan solo me sale esto que no son más que recuerdos que cobraron vida en mí adentro.
no escribo canciones
pero esto es lo más cerca que estuve.
es como yo lo recuerdo? y por qué yo no puedo dejar de preguntármelo?
es que a veces despierto y ahí estás sonriendo, el sol entra por la ventana y te da en los ojos. graciosamente los cerras y ahí sigue tu sonrisa. y pasó tanto tiempo desde esa vez.
esa vez me dijiste que una letra de una canción solo se puede escribir escuchando obsesivamente otra.
y yo no escribo canciones, tan solo me sale esto que no son más que recuerdos que cobraron vida en mí adentro.
no escribo canciones
pero esto es lo más cerca que estuve.
9.5.10
levanta la mirada
me sonríe
parece que va a decir algo
pero no, no dice nada
vuelve a paul auster
y yo vuelvo al agua que corre por la vereda
miro fijo intentando retener esas gotas que se van rápidamente hacía el desague
cuando era chico siempre jugaba a lo mismo
un intento de detener el correr de la naturaleza
estaba desarrollando un superpoder
si lograba entonces capturar un instante
por más insignificante que fuese,
entonces podría ponerle pausa a este mundo
y mirarnos desde afuera...
miro de nuevo hacía arriba
y ella ya no está ahí
en su lugar la silla vacía
claro, eso pasa al mirarle fijo al tiempo
el presente se nos escurre entre los dedos
lo digo en voz baja
y sonrío. en la mesa quedó un libro de auster que aun no leo:
el libro de las ilusiones.
me sonríe
parece que va a decir algo
pero no, no dice nada
vuelve a paul auster
y yo vuelvo al agua que corre por la vereda
miro fijo intentando retener esas gotas que se van rápidamente hacía el desague
cuando era chico siempre jugaba a lo mismo
un intento de detener el correr de la naturaleza
estaba desarrollando un superpoder
si lograba entonces capturar un instante
por más insignificante que fuese,
entonces podría ponerle pausa a este mundo
y mirarnos desde afuera...
miro de nuevo hacía arriba
y ella ya no está ahí
en su lugar la silla vacía
claro, eso pasa al mirarle fijo al tiempo
el presente se nos escurre entre los dedos
lo digo en voz baja
y sonrío. en la mesa quedó un libro de auster que aun no leo:
el libro de las ilusiones.
10.4.10
emily
vi escrita tus iniciales en un libro viejo
uno que estaba en la mesita al costado de tu cama
l.e.d. sé tu nombre, también tu apellido
y tengo un fuerte deseo que sea emily tu segundo nombre
me gusta emily
el libro que llevaba tus letras estaba a medio leer
fue cuando te levantaste al baño que abrí la tapa y hojee
descubrí allí anotaciones en los margenes
y hasta tachaduras, comentarios del tipo: weell done
otros que decían no no, what??
y yo pensé que me gustaría leer así
con esa intensidad, devorar de esa manera
eso es sexo duro..
me gusta emily.
uno que estaba en la mesita al costado de tu cama
l.e.d. sé tu nombre, también tu apellido
y tengo un fuerte deseo que sea emily tu segundo nombre
me gusta emily
el libro que llevaba tus letras estaba a medio leer
fue cuando te levantaste al baño que abrí la tapa y hojee
descubrí allí anotaciones en los margenes
y hasta tachaduras, comentarios del tipo: weell done
otros que decían no no, what??
y yo pensé que me gustaría leer así
con esa intensidad, devorar de esa manera
eso es sexo duro..
me gusta emily.
28.2.10
10am, me levanto
y mientras tanto, alguien escribe un poema en beijing
y yo entonces rápidamente me ducho,
me cambio, salgo para el trabajo
y un joven de unos 20 toca el piano en el atardecer de berlin
llego al trabajo, me preparo mate
me cebo uno y empiezo. en montreal
una chica enciende un cigarrillo en una esquina
una pitada, se frota las manos. qué frío...
trabajo, trabajo, trabajo. cada tanto me agarra cierta curiosidad
y me dejo llevar por algún pensamiento
que solos estamos, pienso, lo digo
mientras tanto, una chica se masturba en milano
el piano prosigue energico en berlin
el poeta en la china no encuentra la palabra
a la mujer en canadá,
quizás sea por el frío, se le escapan algunas lagrimas
y yo me desvanezco sobre el teclado
mientras la chica en milano
se acerca al orgasmo.
y mientras tanto, alguien escribe un poema en beijing
y yo entonces rápidamente me ducho,
me cambio, salgo para el trabajo
y un joven de unos 20 toca el piano en el atardecer de berlin
llego al trabajo, me preparo mate
me cebo uno y empiezo. en montreal
una chica enciende un cigarrillo en una esquina
una pitada, se frota las manos. qué frío...
trabajo, trabajo, trabajo. cada tanto me agarra cierta curiosidad
y me dejo llevar por algún pensamiento
que solos estamos, pienso, lo digo
mientras tanto, una chica se masturba en milano
el piano prosigue energico en berlin
el poeta en la china no encuentra la palabra
a la mujer en canadá,
quizás sea por el frío, se le escapan algunas lagrimas
y yo me desvanezco sobre el teclado
mientras la chica en milano
se acerca al orgasmo.
4.12.09
no sé que nos depara esta lluvia
esta noche, lo profundo...
si al menos pudiese saber
acerca de tus próximos pasos
quizás te seguiría. quizás. esta noche
me haces falta,
me haces mal
me llevas hasta donde nadie me lleva
y ni siquiera me dijiste tu nombre
pero hay algo en mí que no deja de nombrarte
como si aun no supiese
que estás tan lejos... todo un océano.
si es que esta misma noche
me pensaras debajo de esta misma lluvia
entonces me aventuraría
y diría acerca de un único dios
que sabe de nosotros dos (en todo este mundo)
te extraño. me haces mal
esta noche, lo profundo...
si al menos pudiese saber
acerca de tus próximos pasos
quizás te seguiría. quizás. esta noche
me haces falta,
me haces mal
me llevas hasta donde nadie me lleva
y ni siquiera me dijiste tu nombre
pero hay algo en mí que no deja de nombrarte
como si aun no supiese
que estás tan lejos... todo un océano.
si es que esta misma noche
me pensaras debajo de esta misma lluvia
entonces me aventuraría
y diría acerca de un único dios
que sabe de nosotros dos (en todo este mundo)
te extraño. me haces mal
8.9.09
la vida imposible
Encontró negativos en su casa, en un cajón, negativos que pueden llegar a tener 5 años, quizás más. Y junto a los negativos encontró una hoja, en ella un poema. Dejó los negativos y el poema a un costado del escritorio, se sirvió un poco más de vino, se sentó. Un cajón puede llegar a contener miles de imágenes, pensó en eso, toda una vida. Recordó entonces una instalación de un artista que presenció años atrás en un museo, se trataba de 4 paredes formando un pequeño cuarto, la luz tenue se combinaba con una textura transparente que cubría las paredes y dejaba entrever una imagen interferida de los objetos que sobre ella colgaban: papeles, cartas, escritos, fotos, folletos, invitaciones, tarjetas... Objetos que el autor había guardado a lo largo de su vida, objetos que en sí mismos eran una vida, la vie impossible de Christian Boltanski*.
Un cajón es una cámara oscura que se descubre esporádicamente, permitiendo que el haz de luz entre y así se plasman instantes de nuestras vidas, instantes que pueden durar muchas otras vidas, como es el caso de una foto, el caso de una carta, y muchos otros casos también.
Entonces volvamos, él encontró negativos dentro de un cajón, negativos que intuyó, fueron tomados algo así como 5 años atrás, quizás más. Y junto a los negativos un poema. Por un momento se le ocurrió volver a dejar todo en ese mismo lugar, como algo que se expande y luego se contrae con un movimiento exactamente opuesto. Quizás dentro de otros 5 años sea el momento, ¿Por qué ahora? ¿Por qué? Se preguntó, algo intuía... Pero por el otro lado sabía que ya no tenía escapatoria, algo lo había llevado hasta ahí y a partir de entonces se enfrentaba a una serie de sucesos que le serían inevitables.
Se puso de pie, miró el reloj, eran pasadas las 7 de la tarde. leyó el poema:
tomé fotografías de ella
para ver si es que podía escribir algo
escribir de ella a partir de
ella, escribir su nombre.
le tomé fotografías a ella
quieta, en silencio
apenas dijo nada
y entonces no pude contenerme
quise saber mas, quise saberlo todo
de ella que apenas me dijo su nombre.
Agarró los negativos, dejó la copa y se dirigió a la sala que utilizaba de cuarto oscuro para revelado. puso un disco, su favorito para la sala oscura, Suburban Light de The Clientele. Allí dentro estuvo alrededor de dos horas,
dos horas. La luz roja a través de los negativos
la música a través de su cuerpo,
lo llevaban y lo traían de vuelta de sueños
sueños que se confundían en recuerdos
recuerdos que se confundían en fantasías.
Fantasías, pronunció la palabra fantasías y una lagrima cayó sobre el papel de revelado. Mierda dijo y a partir de ese momento todo se volvió más y más vertiginoso. Él se vio repentinamente torpe, derramó uno de los líquidos, se equivocó en los tiempos de exposición, olvidó una foto dentro del revelador, fue hacía una esquina de la sala, volvió a la mesada, volvió a alejarse. Arrinconado finalmente se dejo caer, se acurruco entre el suelo y las dos paredes y dijo: 5 años atrás / un hombre y una mujer en una ciudad extranjera / otro idioma / otro mar / otro otoño.
Despertó una hora después, volvió a sentir el espacio, volvió a sentir la música y con ella el paso del tiempo. Al abrir los ojos se encontró en aquel mismo rincón del cuarto oscuro, en el otro extremo algunas fotos colgaban esperando ser vistas por primera vez. Tienen vida propia los objetos, van y vienen hacía nosotros siempre diciendo algo diferente, algo nuevo, algo que nunca antes nos dijeron… Tomo una de las fotos, la miro, sorprendido, como si recién entonces se estuviese dando cuenta que una hora antes había estado haciendo esas copias. Recordó con ello también su desesperación, su caída y se le vinieron entonces algunas imágenes, un sueño que poco a poco se esfumaba hasta que se confundió con la música y se perdió en algún lugar de este mundo en una combinación bellísima de imágenes, melodías y letras.
Las fotografías blanco y negro mostraban una mujer sobre un sillón, desnuda, en una pose muy relajada, natural, hermosa, a la derecha del sillón un ventilador de pie que parecía estar en movimiento. La mujer miraba hacia abajo, en otras hacia el costado, sólo en una de las fotos miraba hacia la cámara y es esta la que le impactó fuertemente. Sintió escalofrío recorriéndolo, sintió nuevamente lagrimas cayendo sobre el papel. La mujer desafiante miraba a la cámara pero en sus ojos se descubría cierta tristeza, tristeza que escondía dentro suyo y la fotografía la encontraba justo en cierto instante de descuido, dejándola desnuda, completamente, junto a una habitación, un sillón y un ventilador. Ella y una tristeza profunda yacían en el medio de la nimiedad del mundo. Esa fotografía decían lo indecible de algún instante pasado. Él entonces recordó todo, recordó a la mujer, también su nombre y pudo sentir súbitamente en el pecho todo aquello que esa mujer no le había dicho
y así también todo aquello que él había callado.
--
link a música para cuartos oscuros:
http://drop.io/lavieimposs/asset/lavieimpossible-zip
--
*Christian Boltanski
http://en.wikipedia.org/wiki/Christian_Boltanski
“Mi idea era que cuando un aficionado hace una fotografía, no busca mostrar la realidad que tiene delante, sino que busca reproducir una imagen que ya existe en su mente y que es una especie de modelo que viene, muy a menudo, de la pintura del siglo XIX. Los temas son el bello jardín, la comida del bebé, la familia… son cosas totalmente clásicas. Entonces me interesaba hacer fotografías, no sólo tener una mirada, una visión sociológica, sino hacer yo también fotografías, hacer las fotografías, las más lindas posible y también las más estúpidas, de esas fotografías que cualquiera podría haber tomado. Esa es una obra que hice en el 75. De manera más general, pienso que el espectador no debe nunca descubrir algo, lo que debe hacer es reconocer algo. Pienso que uno puede comprender lo que le rodea tan sólo porque uno lo puede reconocer.”
y dice de:
christian boltanski,
compilados musicales,
la vida imposible
17.8.09
PHOTOsuisse
un amigo me invitó a ver teorema de pasolini. "yo ya la vi pero te acompaño hasta la puerta y te espero leyendo en un bar", le dije al teléfono. Cortamos y una hora después estabamos encontrándonos en la puerta del cc borges. mientras mi amigo veía la inquietante teorema yo me daba una vuelta por el cc y fue entonces que cai en la muestra de fotógrafos suizos. aquí algunas imagenes acompañadas de algunos textos - intervenidos, pido disculpas, no lo puedo evitar.. - que tomé de las reseñas:
christian coigny
manifestaciones de sueños moldeados por luz y sombra.
"en realidad todo empezó porque las mujeres me cautivaban. Utilice la fotografía para acercarme a ellas, pero acabé alejándome aún más..."
alberto venzago
el mal y los rituales siempre han ejercido una especie de fascinación sobre este fotógrafo autodidacta que viaja por el mundo con su cámara leica.
jean mohr
en 1969 conoció al escritor john berger. su amistad y su interes por relacionar las palabras con las imágenes dio como resultado la edición de une autre facon de raconter entre otros.
stefania baretta
siempre parece buscar protección y seguridad en las ciudades abandonadas, en las habitaciones impersonales y desoladas donde se detiene un momento, hecha un último vistazo y se va...
beat streuli
es asombroso lo íntimos y personales que se ven sus sujetos cuando sienten que nadie los observa en el anonimato de una ciudad.
...beat streuli es experto en capturar ese momento de incertidumbre en que la gente se revela a sí misma como es, sin mascaras sociales.
katrin freisager
la fotografía es el medio ideal para jugar con el límite entre la realidad y la ficción.
christian coigny
manifestaciones de sueños moldeados por luz y sombra.
"en realidad todo empezó porque las mujeres me cautivaban. Utilice la fotografía para acercarme a ellas, pero acabé alejándome aún más..."
alberto venzago
el mal y los rituales siempre han ejercido una especie de fascinación sobre este fotógrafo autodidacta que viaja por el mundo con su cámara leica.
jean mohr
en 1969 conoció al escritor john berger. su amistad y su interes por relacionar las palabras con las imágenes dio como resultado la edición de une autre facon de raconter entre otros.
stefania baretta
siempre parece buscar protección y seguridad en las ciudades abandonadas, en las habitaciones impersonales y desoladas donde se detiene un momento, hecha un último vistazo y se va...
beat streuli
es asombroso lo íntimos y personales que se ven sus sujetos cuando sienten que nadie los observa en el anonimato de una ciudad.
...beat streuli es experto en capturar ese momento de incertidumbre en que la gente se revela a sí misma como es, sin mascaras sociales.
katrin freisager
la fotografía es el medio ideal para jugar con el límite entre la realidad y la ficción.
y dice de:
fotografía
24.7.09
lisboa en vespa
I
Depara un destino la apacible Lisboa. un martes a eso de las 6 de la tarde, atardece en Lisboa, ciudad de subidas y bajadas, calles empedradas soleadas y solitarias, una risa a lo lejos. la brisa leve junto al sol me decían de la primavera. decían de esos días a fines de septiembre en buenos aires, de esos días en que se ve al mirar el cielo, de esos días que se siente en el aire: el invierno se desvanece dando lugar a la primavera, el mundo comienza de nuevo. Así se sentía ese martes en Lisboa a las 6 de la tarde.
Llegué a Lisboa a mediados de febrero y aun faltaba para la primavera. Recorrí Lisboa en vespa y no pude hacerlo sin dejar de pensar en Buenos Aires. No se parecen en nada Lisboa y Buenos Aires. Bueno, quizás pueda decirse de Lisboa en una esquina de San Telmo, desde algún balcón de hierro, frente alguna gran puerta... Y sin embargo las calles se suceden, los umbrales, sus formas, las personas, sus colores, recorrí Lisboa sin poder librarme de Buenos Aires.
“Creo que nunca podré librarme de Buenos Aires”, le dije a J. “Buenos Aires es el nombre detrás de mi nombre. Sus esquinas, sus barrios, su lenguaje, su nostalgia.. Buenos Aires hará de mí por más que pase cien años a miles de kilómetros de distancia”. J encendió un cigarrillo, inhaló, exhaló, mientras miraba hacia adelante con la mirada perdida, como quien mira y no mira nada. Giró la cabeza hacia mí, me miró con ojos suaves y me preguntó acerca de Lisboa: “Cómo es que se ve Lisboa a través de Buenos Aires?” le dije que el tiempo pasa más lento en Lisboa: “el tiempo es otro en Lisboa y de eso no tengo dudas. Las personas en la calle no son las mismas... En Lisboa las personas no caminan apurados pretendiendo estar ocupados; estar ocupado o pretender estarlo es lo mismo, quizás la diferencia es que para este último se requiere un nivel de conciencia más elevado. En buenos aires las personas viven apuradas por llegar o bien apuradas por irse. En las calles de Lisboa descubrí la ansiedad que las personas llevan en Buenos Aires“.
“En la terraza de barrio alto a las 9”, le dije a J y me subí a la vespa, él levantó el brazo izquierdo, luego lo bajó sin decir nada. Así me fui.
Depara un destino la apacible Lisboa. un martes a eso de las 6 de la tarde, atardece en Lisboa, ciudad de subidas y bajadas, calles empedradas soleadas y solitarias, una risa a lo lejos. la brisa leve junto al sol me decían de la primavera. decían de esos días a fines de septiembre en buenos aires, de esos días en que se ve al mirar el cielo, de esos días que se siente en el aire: el invierno se desvanece dando lugar a la primavera, el mundo comienza de nuevo. Así se sentía ese martes en Lisboa a las 6 de la tarde.
Llegué a Lisboa a mediados de febrero y aun faltaba para la primavera. Recorrí Lisboa en vespa y no pude hacerlo sin dejar de pensar en Buenos Aires. No se parecen en nada Lisboa y Buenos Aires. Bueno, quizás pueda decirse de Lisboa en una esquina de San Telmo, desde algún balcón de hierro, frente alguna gran puerta... Y sin embargo las calles se suceden, los umbrales, sus formas, las personas, sus colores, recorrí Lisboa sin poder librarme de Buenos Aires.
“Creo que nunca podré librarme de Buenos Aires”, le dije a J. “Buenos Aires es el nombre detrás de mi nombre. Sus esquinas, sus barrios, su lenguaje, su nostalgia.. Buenos Aires hará de mí por más que pase cien años a miles de kilómetros de distancia”. J encendió un cigarrillo, inhaló, exhaló, mientras miraba hacia adelante con la mirada perdida, como quien mira y no mira nada. Giró la cabeza hacia mí, me miró con ojos suaves y me preguntó acerca de Lisboa: “Cómo es que se ve Lisboa a través de Buenos Aires?” le dije que el tiempo pasa más lento en Lisboa: “el tiempo es otro en Lisboa y de eso no tengo dudas. Las personas en la calle no son las mismas... En Lisboa las personas no caminan apurados pretendiendo estar ocupados; estar ocupado o pretender estarlo es lo mismo, quizás la diferencia es que para este último se requiere un nivel de conciencia más elevado. En buenos aires las personas viven apuradas por llegar o bien apuradas por irse. En las calles de Lisboa descubrí la ansiedad que las personas llevan en Buenos Aires“.
“En la terraza de barrio alto a las 9”, le dije a J y me subí a la vespa, él levantó el brazo izquierdo, luego lo bajó sin decir nada. Así me fui.
y dice de:
lisboa en vespa
13.6.09
ela
abrió la puerta del balcón
o fue un grito
entró al balcón, pisó hojas
pisoteó el otoño
o se llevó la mano a la boca
y se tragó palabras
encendió un cigarrillo, pensó
contuvo el humo pensando
o se rozó con los pétalos
suaves, caricias, puedo sentirla
se asusto mirando, miró y
se asusto. miraba y miró:
se asusto. o gimió pétalos,
gimió el tallo, se imagino flores
se subió a la baranda
camino por la baranda
vio el infinito y se rió a carcajadas
o sollozó de placer, se olvidó del lenguaje
se olvido de ella
se quebró una rama,
el viento dio un portazo
o te maté.
o fue un grito
entró al balcón, pisó hojas
pisoteó el otoño
o se llevó la mano a la boca
y se tragó palabras
encendió un cigarrillo, pensó
contuvo el humo pensando
o se rozó con los pétalos
suaves, caricias, puedo sentirla
se asusto mirando, miró y
se asusto. miraba y miró:
se asusto. o gimió pétalos,
gimió el tallo, se imagino flores
se subió a la baranda
camino por la baranda
vio el infinito y se rió a carcajadas
o sollozó de placer, se olvidó del lenguaje
se olvido de ella
se quebró una rama,
el viento dio un portazo
o te maté.
19.5.09
30.4.09
Olvido
de cuando en cuando
escribe la palabra:
olvido.
ella escribe por las noches
suelen ser las 3 de la mañana
abre los ojos, enciende su velador
abre su cajón, luego su anotador
escribe una palabra y vuelve a dormirse.
ayer otra vez escribió olvido.
"no puedo seguir así", le dije esta mañana
ella me miraba desentendida, tomaba su café
y untaba mermelada en la tostada, así, como si nada...
yo desesperaba, estaba al borde del grito,
al borde de dejarlo todo y tan solo por una palabra.
"me refiero a las palabras en las noches"
le dije, ella miraba fijo su café sin decir nada
"puntualmente es la palabra olvido", continué
"las primeras noches no dije nada
después de todo yo también tengo mis palabras...
no voy a negar que sonreí cuando leí por primera vez deseo
y nunca olvidaré la mañana que encontré (des)amor. así la escribiste
pero no creo que pueda pasar otro día si insistís con olvido".
ella se paró, agarró su taza y camino hacia la ventana
al llegar a donde entra el sol dio la vuelta, me miró, sonrió
y pude verla desvanecerse,
ahí donde se desvanece mi sueño cada mañana,
cada mañana desde aquel día que se fue.
de cuando en cuando
escribe la palabra:
olvido.
ella escribe por las noches
suelen ser las 3 de la mañana
abre los ojos, enciende su velador
abre su cajón, luego su anotador
escribe una palabra y vuelve a dormirse.
ayer otra vez escribió olvido.
"no puedo seguir así", le dije esta mañana
ella me miraba desentendida, tomaba su café
y untaba mermelada en la tostada, así, como si nada...
yo desesperaba, estaba al borde del grito,
al borde de dejarlo todo y tan solo por una palabra.
"me refiero a las palabras en las noches"
le dije, ella miraba fijo su café sin decir nada
"puntualmente es la palabra olvido", continué
"las primeras noches no dije nada
después de todo yo también tengo mis palabras...
no voy a negar que sonreí cuando leí por primera vez deseo
y nunca olvidaré la mañana que encontré (des)amor. así la escribiste
pero no creo que pueda pasar otro día si insistís con olvido".
ella se paró, agarró su taza y camino hacia la ventana
al llegar a donde entra el sol dio la vuelta, me miró, sonrió
y pude verla desvanecerse,
ahí donde se desvanece mi sueño cada mañana,
cada mañana desde aquel día que se fue.
31.3.09
coincidimos y no es casualidad
un amigo abrió un blog y qué bien escribe. tengo una amiga que cerró el suyo hace ya varios meses y la extraño... hace meses ya que no actualizo mi blog. también me extraño. me hice amigo de una chica que escribe en un blog, me gusta mucho su estilo.
es martes y hace unos minutos que se fueron las 11 de la mañana. me preparo un té y así se me pasa la mañana, frente al monitor, frente a una hoja en blanco, de fondo suena coiffeur, llegó el otoño. por fin.
no dejo de sentir un poco de culpa, es martes a la mañana y yo frente a la hoja en busca de algo.. algo que no sé si hoy encontraré, algo que no sé si siquiera existe. escribir es lo desconocido, dice marguerite duras.
"sigo buscando la voz que me hable de vos de nuevas maneras
...
quiero volver a callar aquella palabra que nunca mencionamos"
dice coiffeur en que mala suerte
http://www.youtube.com/watch?v=7hndOfMLC4k
es martes y ya hace un buen rato que se fue la mañana. no sé si lo que me impulsa es el gris del otoño o si es la nostalgia que el otoño descubre en buenos aires. me gusta pensar que en este mismo momento mi amigo y mi amiga están frente a la pantalla, los dos a punto de escribir una primer palabra en la hoja en blanco. me gusta pensar que todos quienes conozco y yo, pasamos al menos un instante esta mañana frente a la hoja en blanco.
es martes
y yo no puedo dejar de sentir un poco de culpa por que sea martes...
--
mi amiga
http://unachicaasi.blogspot.com/
mi amigo
http://simetriaoculta.blogspot.com/
mi amiga que abandonó su espacio
http://escritoenlaventanilla.blogspot.com/
es martes y hace unos minutos que se fueron las 11 de la mañana. me preparo un té y así se me pasa la mañana, frente al monitor, frente a una hoja en blanco, de fondo suena coiffeur, llegó el otoño. por fin.
no dejo de sentir un poco de culpa, es martes a la mañana y yo frente a la hoja en busca de algo.. algo que no sé si hoy encontraré, algo que no sé si siquiera existe. escribir es lo desconocido, dice marguerite duras.
"sigo buscando la voz que me hable de vos de nuevas maneras
...
quiero volver a callar aquella palabra que nunca mencionamos"
dice coiffeur en que mala suerte
http://www.youtube.com/watch?v=7hndOfMLC4k
es martes y ya hace un buen rato que se fue la mañana. no sé si lo que me impulsa es el gris del otoño o si es la nostalgia que el otoño descubre en buenos aires. me gusta pensar que en este mismo momento mi amigo y mi amiga están frente a la pantalla, los dos a punto de escribir una primer palabra en la hoja en blanco. me gusta pensar que todos quienes conozco y yo, pasamos al menos un instante esta mañana frente a la hoja en blanco.
es martes
y yo no puedo dejar de sentir un poco de culpa por que sea martes...
--
mi amiga
http://unachicaasi.blogspot.com/
mi amigo
http://simetriaoculta.blogspot.com/
mi amiga que abandonó su espacio
http://escritoenlaventanilla.blogspot.com/
25.11.08
la enfermera
Mujer de apenas pasados los 30, incierto, ella es incierta. Pelo castaño, 1.72, delgada, cuando camina lo hace segura, como si supiese a donde va. Cree saber a donde está yendo. Eso seguro, en todo momento. Y en todo momento está confundida y hay un instante en que la confusión se le revela pero ese instante carece de la importancia suficiente como para poder decir confusión. La confusión existe pero no hay nada que la delate. ¿De que se trata vivir la confusión? Quiero decir, ¿Cómo se logra vivir en plena confusión? ¿Y qué es lo que sucede con ese instante que parecería querer decir pero que en realidad calla?
Entonces ella entra, abre la pesada puerta, fría, determinante ella y avanza. Avanza por el pasillo, viste de blanco, enteramente de blanco, ella, la enfermera que vuelve del trabajo.
Y está en el largo pasillo de entrada en su edificio y está cansada, camina lentamente “y todavía tengo que cargar con este cuerpo” piensa, dice la enfermera luego de su doble jornada. La luz tenue le recuerda el hospital, su largo día, por un momento hasta duda de haberse ido.
Al subir al primer piso piensa en su paciente de la 112, en como todo puede derrumbarse de momento a otro. “Seguir” dice, “de eso se trata”. Pestañea y sigue, sube otro piso y ya en el segundo, frente a la 203 piensa en Mariel, aquella mujer que seguía sin pronunciar palabra. Sus quejidos no tenían sonido, tan solo un gesto y el imperturbable silencio del cuarto. La enfermera lo sabe: ya no se llama dolor aquel que se volvió impronunciable.
Ve el número 203 sobre la puerta y se le ocurre golpear, preguntar por Mariel y lo hace. Alguien del otro lado responde, “está todo bien, Mariel ahora está descansando”.
“Es que estoy tan cansada”, piensa la enfermera mientras se vuelve hacia la escalera. “Creí haberme ido”, dice apurada por dejar atrás el segundo piso y con el su confusión.
Al subir al tercer piso se pregunta por su nuevo paciente, aquel que había llegado dormido y al despertarse le había preguntado si es que esto también formaba parte de un sueño. Al abrir la puerta de la 305, una mujer con uniforme celeste la recibe, le cambia la ropa y la recuesta sobre la cama. Con un gesto suave la tapa y muy suave también sale y cierra la puerta.
Entonces ella entra, abre la pesada puerta, fría, determinante ella y avanza. Avanza por el pasillo, viste de blanco, enteramente de blanco, ella, la enfermera que vuelve del trabajo.
Y está en el largo pasillo de entrada en su edificio y está cansada, camina lentamente “y todavía tengo que cargar con este cuerpo” piensa, dice la enfermera luego de su doble jornada. La luz tenue le recuerda el hospital, su largo día, por un momento hasta duda de haberse ido.
Al subir al primer piso piensa en su paciente de la 112, en como todo puede derrumbarse de momento a otro. “Seguir” dice, “de eso se trata”. Pestañea y sigue, sube otro piso y ya en el segundo, frente a la 203 piensa en Mariel, aquella mujer que seguía sin pronunciar palabra. Sus quejidos no tenían sonido, tan solo un gesto y el imperturbable silencio del cuarto. La enfermera lo sabe: ya no se llama dolor aquel que se volvió impronunciable.
Ve el número 203 sobre la puerta y se le ocurre golpear, preguntar por Mariel y lo hace. Alguien del otro lado responde, “está todo bien, Mariel ahora está descansando”.
“Es que estoy tan cansada”, piensa la enfermera mientras se vuelve hacia la escalera. “Creí haberme ido”, dice apurada por dejar atrás el segundo piso y con el su confusión.
Al subir al tercer piso se pregunta por su nuevo paciente, aquel que había llegado dormido y al despertarse le había preguntado si es que esto también formaba parte de un sueño. Al abrir la puerta de la 305, una mujer con uniforme celeste la recibe, le cambia la ropa y la recuesta sobre la cama. Con un gesto suave la tapa y muy suave también sale y cierra la puerta.
28.9.08
y quizás yo también algún día lo publique
leeme los labios
escuchame decir tu nombre
probame llegando a las nubes.
esto lo escribo la noche en que no te escribo
una noche como cualquier otra
en la que me siento a reescribirte
obstinado, es que no se que tengo con la escritura
lo que se dice y no se dice
¿qué es lo que el beso deja de lado?
lo que calla es un sueño
y vos y yo soñamos parecido
es por eso que así nos besamos
suave, nosotros, un beso bajo el agua.
escuchame decir tu nombre
probame llegando a las nubes.
esto lo escribo la noche en que no te escribo
una noche como cualquier otra
en la que me siento a reescribirte
obstinado, es que no se que tengo con la escritura
lo que se dice y no se dice
¿qué es lo que el beso deja de lado?
lo que calla es un sueño
y vos y yo soñamos parecido
es por eso que así nos besamos
suave, nosotros, un beso bajo el agua.
14.8.08
una mujer
Ella y yo en la cama desnudos:
- ¿qué va mejor conmigo la palabra melancolía o la palabra ilusión?
- no sé. ¿Podes pronunciarlas de nuevo?
- melancolía.
ilusión.
Llevábamos algo así como tres años juntos. No es mucho, lo sé, pero habíamos visto ya muchas parejas tropezando, pasos en falso, oscuridad, las parejas. Y ahí estábamos...
Ahí estábamos, sobre todo cuando nadie creía poder decir de nosotros. Ahí estábamos, sobre todos ellos, nosotros, los impensables.
Es que se había vuelto muy simple. Una palabra. Nosotros, desnudos sobre la cama, ella preguntaba y yo siempre...
- no sé... Es difícil decir.
- quiero saber qué instante es ese, ese en el que realmente me ves, ese instante en el que me sentís. Ese instante que soy yo..
- supongo que es ese instante en el que ceñís los labios antes de hablar, ese movimiento que apenas existe y que sin embargo es eterno. ese.
- ¿si? Porque podría haberlo cambiado todo. Ser alguien completamente diferente, podría haberlo hecho, estoy segura. Y entonces, de haberlo hecho, también vos serías diferente, otra persona y yo otro instante.
Se recostó sobre mí y yo pude sentir la forma de sus labios en mi piel. Entonces le dije del futuro, que siempre tendría eso. Que todavía estaba a tiempo...
- Aunque también está ese instante en el que llevas los ojos levemente hacia arriba, ese instante en el que preguntas. Tus ojos son signos de interrogación y tus labios afirman, tus labios dicen.
- No, porque el futuro no está. El pasado en cambio es esto, estos gestos, vos y yo, la cama, las palabras. Pero el futuro no existe. El futuro es todo eso que no soy. No puedo decir del futuro.
El día siguiente se subió a un avión y volvió a su país y yo, un año después volvería al mío. En el avión, llegando a Buenos Aires, pensé en ella y en el tiempo en que habíamos vivido separados, sin sus preguntas, sin sus gestos. Supongo que algo habrá cambiado y ahora serán otros sobre esa cama, serán otras preguntas, será otra poesía.
- ¿qué va mejor conmigo la palabra melancolía o la palabra ilusión?
- no sé. ¿Podes pronunciarlas de nuevo?
- melancolía.
ilusión.
Llevábamos algo así como tres años juntos. No es mucho, lo sé, pero habíamos visto ya muchas parejas tropezando, pasos en falso, oscuridad, las parejas. Y ahí estábamos...
Ahí estábamos, sobre todo cuando nadie creía poder decir de nosotros. Ahí estábamos, sobre todos ellos, nosotros, los impensables.
Es que se había vuelto muy simple. Una palabra. Nosotros, desnudos sobre la cama, ella preguntaba y yo siempre...
- no sé... Es difícil decir.
- quiero saber qué instante es ese, ese en el que realmente me ves, ese instante en el que me sentís. Ese instante que soy yo..
- supongo que es ese instante en el que ceñís los labios antes de hablar, ese movimiento que apenas existe y que sin embargo es eterno. ese.
- ¿si? Porque podría haberlo cambiado todo. Ser alguien completamente diferente, podría haberlo hecho, estoy segura. Y entonces, de haberlo hecho, también vos serías diferente, otra persona y yo otro instante.
Se recostó sobre mí y yo pude sentir la forma de sus labios en mi piel. Entonces le dije del futuro, que siempre tendría eso. Que todavía estaba a tiempo...
- Aunque también está ese instante en el que llevas los ojos levemente hacia arriba, ese instante en el que preguntas. Tus ojos son signos de interrogación y tus labios afirman, tus labios dicen.
- No, porque el futuro no está. El pasado en cambio es esto, estos gestos, vos y yo, la cama, las palabras. Pero el futuro no existe. El futuro es todo eso que no soy. No puedo decir del futuro.
El día siguiente se subió a un avión y volvió a su país y yo, un año después volvería al mío. En el avión, llegando a Buenos Aires, pensé en ella y en el tiempo en que habíamos vivido separados, sin sus preguntas, sin sus gestos. Supongo que algo habrá cambiado y ahora serán otros sobre esa cama, serán otras preguntas, será otra poesía.
y dice de:
dos mujeres
2.7.08
lo bello y lo triste
quizás haya sido el vino
y su combinación con los bidies.
o quizás tenga que ver
con la particularidad de las
noches: anoche
que ya se fue
y nosotros que también
fuimos una noche.
y su combinación con los bidies.
o quizás tenga que ver
con la particularidad de las
noches: anoche
que ya se fue
y nosotros que también
fuimos una noche.
2.6.08
mbl
domingo 0°C
abre los ojos, 3.55am
le dijo que le escribiría, piensa en eso, apenas abre los ojos, piensa en eso.
le dijo que le escribiría, podía recordarlo: él pronunciandolo y del otro lado a ella, su respiración. sí, y luego se dirán adiós, ella cortará el teléfono y ahí está él, la noche, la calle, 0°C.
podía recordarlo, él que ya lo había soñado. él y ella en blanco y negro, estación dorrego, subiendo al tren, en el medio del pasillo parados. el tren empezaba a moverse y entonces ella se acerca cierra sus ojos, delicada, suave, sus labios, lo besa. le pregunta si es que eso lo incomoda, si es que siente vergüenza. él responde que no, se siente bien y piensa en decirle, quiere besarla. y no lo hace, tampoco lo dice, hay algo, silencio. el tren avanza y al mirarla puede ver detrás de ella la ventana, y a través de ella todo lo que ellos a velocidad por detrás dejan pero no puede ver lo que está un segundo por delante. y algo pasa, silencio. ella lo mira y al mirarlo puede ver silencio y casi que puede no mirarlo. es la estación malabia, se dan un beso, ese fue el último, él se baja con aquel otro beso que contuvo adentro y que ya empezaba a molestarle.
domingo 0°C
podía recordarlo,
así como recordaba aquel primer beso,
aquella noche, aquel otro sueño.
mbl. dijo su nombre en la oscuridad y cerró los ojos creyendo que esta vez sí lo había pronunciado.
abre los ojos, 3.55am
le dijo que le escribiría, piensa en eso, apenas abre los ojos, piensa en eso.
le dijo que le escribiría, podía recordarlo: él pronunciandolo y del otro lado a ella, su respiración. sí, y luego se dirán adiós, ella cortará el teléfono y ahí está él, la noche, la calle, 0°C.
podía recordarlo, él que ya lo había soñado. él y ella en blanco y negro, estación dorrego, subiendo al tren, en el medio del pasillo parados. el tren empezaba a moverse y entonces ella se acerca cierra sus ojos, delicada, suave, sus labios, lo besa. le pregunta si es que eso lo incomoda, si es que siente vergüenza. él responde que no, se siente bien y piensa en decirle, quiere besarla. y no lo hace, tampoco lo dice, hay algo, silencio. el tren avanza y al mirarla puede ver detrás de ella la ventana, y a través de ella todo lo que ellos a velocidad por detrás dejan pero no puede ver lo que está un segundo por delante. y algo pasa, silencio. ella lo mira y al mirarlo puede ver silencio y casi que puede no mirarlo. es la estación malabia, se dan un beso, ese fue el último, él se baja con aquel otro beso que contuvo adentro y que ya empezaba a molestarle.
domingo 0°C
podía recordarlo,
así como recordaba aquel primer beso,
aquella noche, aquel otro sueño.
mbl. dijo su nombre en la oscuridad y cerró los ojos creyendo que esta vez sí lo había pronunciado.
3.5.08
pm
Suena el teléfono. Eme se apresura, lo encuentra, descuelga, hola. Son las diez y veintitrés y Pe le dice a Eme: Esta noche llegaré un poco muy tarde. Prepara el guiso y acuéstate. Esta noche NO HAREMOS EL AMOR. Pero no olvides el guiso y procura estar caliente cuando llegue.
Once : Cincuenta y dos. Pe y Eme. Eme desnuda entra y se enrueda a las sabanas, las sabanas a la almohada y esta a las fantasías. Delicadamente enredada, su cuerpo, otro pliegue de la sabana. Sus pies, levemente curvados, abrazan la almohada que descansa en el mismo sentido que ella, el amante que aun no llega. Desnuda, delicadamente desnuda, si apenas se mueve es para mojar sus labios con un sueño. Alguien alguna vez le dijo, quien ya no sueña lleva los labios amarillentos.
Pe entra en la habitación y es acá cuando cierro los ojos y puedo verlo todo. Él parado debajo del marco, Eme de costado acostada, de fondo la noche pareciera poder decir de cada uno de nosotros, cada paso, cada gesto.
Al comienzo fue el gesto, luego el paso y recién después las palabras. Pe se abraza a Eme por la espalda y a través de ella a la almohada, y allá van también sus fantasías. Amoldando cuerpo con cuerpo, dedos con dedos, forcejean contra la almohada y le ganan. Gritan, respiran, inhalan y exhalan placer.. y entonces es cuando están ahí, parados justo al borde de su locura, justo ahí, donde todo se condensa en un punto ínfimo, un punto apenas perceptible: la creación del universo.
Pero es tan solo un instante el de Pe y Eme, un instante en el que se dice todo, un instante en el que no se dice nada. Nuestro instante. Adios.
Once : Cincuenta y dos. Pe y Eme. Eme desnuda entra y se enrueda a las sabanas, las sabanas a la almohada y esta a las fantasías. Delicadamente enredada, su cuerpo, otro pliegue de la sabana. Sus pies, levemente curvados, abrazan la almohada que descansa en el mismo sentido que ella, el amante que aun no llega. Desnuda, delicadamente desnuda, si apenas se mueve es para mojar sus labios con un sueño. Alguien alguna vez le dijo, quien ya no sueña lleva los labios amarillentos.
Pe entra en la habitación y es acá cuando cierro los ojos y puedo verlo todo. Él parado debajo del marco, Eme de costado acostada, de fondo la noche pareciera poder decir de cada uno de nosotros, cada paso, cada gesto.
Al comienzo fue el gesto, luego el paso y recién después las palabras. Pe se abraza a Eme por la espalda y a través de ella a la almohada, y allá van también sus fantasías. Amoldando cuerpo con cuerpo, dedos con dedos, forcejean contra la almohada y le ganan. Gritan, respiran, inhalan y exhalan placer.. y entonces es cuando están ahí, parados justo al borde de su locura, justo ahí, donde todo se condensa en un punto ínfimo, un punto apenas perceptible: la creación del universo.
Pero es tan solo un instante el de Pe y Eme, un instante en el que se dice todo, un instante en el que no se dice nada. Nuestro instante. Adios.
17.3.08
1 hora atrás
son las 11pm
el teléfono suena
abro los ojos, descuelgo
entre sueños escucho su voz
R dice: hable con S
se lo dije todo, voy para allá.
son las 11.56pm
y faltan 4 para las 11
R se pregunta si 4 minutos después
será hoy o mañana
y S que viene una cuadra mas atrás
la ve a lo lejos y dice: hoy.
entonces R apura el paso
como si pudiese dilatar el tiempo
como si pudiese cambiarlo todo
pero es tan solo otra pesadilla
y yo que no quiero verlo
yo que no puedo gritar
4 minutos separan
a uno del otro
encerrado en 4 minutos
esperando poder gritar
son las 11pm
el teléfono suena
abro los ojos, descuelgo
un fuerte zumbido me despierta.
Edward Hopper - Summer Interior
el teléfono suena
abro los ojos, descuelgo
entre sueños escucho su voz
R dice: hable con S
se lo dije todo, voy para allá.
son las 11.56pm
y faltan 4 para las 11
R se pregunta si 4 minutos después
será hoy o mañana
y S que viene una cuadra mas atrás
la ve a lo lejos y dice: hoy.
entonces R apura el paso
como si pudiese dilatar el tiempo
como si pudiese cambiarlo todo
pero es tan solo otra pesadilla
y yo que no quiero verlo
yo que no puedo gritar
4 minutos separan
a uno del otro
encerrado en 4 minutos
esperando poder gritar
son las 11pm
el teléfono suena
abro los ojos, descuelgo
un fuerte zumbido me despierta.
Edward Hopper - Summer Interior
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