levanta la mirada
me sonríe
parece que va a decir algo
pero no, no dice nada
vuelve a paul auster
y yo vuelvo al agua que corre por la vereda
miro fijo intentando retener esas gotas que se van rápidamente hacía el desague
cuando era chico siempre jugaba a lo mismo
un intento de detener el correr de la naturaleza
estaba desarrollando un superpoder
si lograba entonces capturar un instante
por más insignificante que fuese,
entonces podría ponerle pausa a este mundo
y mirarnos desde afuera...
miro de nuevo hacía arriba
y ella ya no está ahí
en su lugar la silla vacía
claro, eso pasa al mirarle fijo al tiempo
el presente se nos escurre entre los dedos
lo digo en voz baja
y sonrío. en la mesa quedó un libro de auster que aun no leo:
el libro de las ilusiones.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
ay como me encanta lo que escribís siempre dav. este me cerró como un círculo perfecto!
:)
Ese fue el día de mi cumpleaños.
Cómo estás?
Gran superpoder el que elegía de chico. Parece que lo preservó hasta la adultez.
Abrazo a través del tiempo.
Publicar un comentario